Semana Santa Zaragoza 2022
Una Semana Santa, la de este año, que nos ha permitido vivir nuevos momentos y recuperar aquellos que año tras año nunca nos perdíamos. Los diferentes aniversarios celebrados este año, nos dejan recuerdos en nuestra memoria difíciles de olvidar, y que con los años siempre recordaremos.
A continuación repasamos algunos de los momentos que nos ha dejado esta Semana Santa tan especial, y al final de la página encontrareis el enlace para realizar la nueva encuesta que hemos colgado en nuestra web.
Aunque oficialmente la Semana Santa la abre la procesión del pregón en la tarde del Sábado de Pasión, en la noche del Viernes de Dolores se produjo un momento digno de resaltar que atrajo a numeroso público hasta la Iglesia de San Valero, en el barrio de las Delicias.
Por primera vez pudimos ver el misterio completo del Buen Fin, realizado por Navarro Arteaga, en las calles de Zaragoza. Un impresionante paso de misterio, portado por 56 costaleros, que tras dos años de ausencia volvió a presidir el Vía Crucis de la Agrupación Parroquial del Stmo. Cristo del Amor y Buen Fin y de María Stma. de la Esperanza Trinitaria.
Al día siguiente, tras una mañana frenética de preparativos, a las seis de la tarde veíamos en la calle los primeros capirotes y terceroles de la semana. A esa hora se volvían a abrir las puertas de San Cayetano, y comenzaba a bajar por la Plaza del Justicia el guion de la Junta Coordinadora de Cofradías, seguido por el de la Cofradía de la Piedad.
Seguida por numeroso público durante todo el recorrido, la procesión del pregón llegaba sobre las ocho de la tarde a la Plaza del Pilar para escuchar el pregón de la Semana Santa, proclamado este año por el Arzobispo de Zaragoza, D. Carlos Escribano.
El Domingo de Ramos se presentaba con un sol radiante bajo el que salían los cofrades de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén a recorrer unas calles abarrotadas de gente, que pudieron disfrutar del sonido de sus tambores, bombos, timbales y sus características carracas.
Ya por la tarde, la Hermandad de Jesús de la Humildad tenía importantes novedades como las nuevas cartelas del paso de misterio o los faroles de cola del paso de palio. Su Estación de Penitencia es una de las procesiones que más público congrega, y que además este año pudieron disfrutar del palio de María Stma. del Dulce Nombre completamente bordado.
Otro de los momentos de la tarde lo protagonizó la Cofradía del Stmo. Ecce Homo. La Cofradía salía por primera vez desde la Iglesia de San Cayetano portando a hombros el Ecce Homo de Tomás Llovet, que durante sus primeros años de historia era su imagen titular.
Tras pasar por la Iglesia de San Felipe para recoger a su imagen titular actual, el Ecce Homo de San Felipe, se dirigieron a la Iglesia de Ntra. Sra. de Altabás, cruzando el puente de piedra en sentido inverso al que lo hacen durante su Vía Crucis, la noche del Miércoles Santo.
El último momento que nos gustaría señalar de la tarde del Domingo de Ramos, fue el rezo del Quinto Dolor de la Procesión del Dolor de la Madre de Dios. La Cofradía de las Siete Palabras, junto con el Cristo de las Siete Palabras, esperaban en la puerta de San Gil Abad a la Virgen de los Dolores de la Cofradía del Prendimiento, para el rezo de este Quinto Dolor.
El Lunes Santo traía una importante novedad, una nueva procesión con la que la Hermandad de la Virgen de los Dolores quería recordar a los fallecidos durante sus 500 años de historia, la Procesión del Recuerdo.
Una procesión sencilla, en la que el protagonismo recaía en las tres cruces in memoriam de la Hermandad, y que tenía como destino la capilla del Hospital Provincial, donde la nueva imagen Madre de la Divina Gracia les esperaba.
El resto de procesiones del lunes se realizaron con total normalidad, aunque este año echamos de menos el paso de la Cofradía del Calvario bajo el Arco de San Ildefonso, momentos antes de la predicación de las tres caídas junto con la Cofradía de la Columna.
Antes de empezar la Semana Santa todas las miradas estaban puestas en el Martes Santo. Todos los pronósticos anunciaban lluvia para ese día desde hace tiempo. El día comenzó con lluvia, pero poco a poco las nubes dejaron paso a una fantástica noche en la que pudimos disfrutar de las diferentes procesiones.
Un Martes Santo que nos dejó nuevas imágenes como la del Cristo Despojado bajo el Arco del Dean, el Cristo Crucificado de la Cofradía de la Crucifixión llevado a hombros por tres cofrades sin su peana o Nuestro Padre Jesús de la Oración con su nueva túnica en colores azules y blancos.
También hubo tiempo para las imágenes clásicas de la noche del martes, como la Piedad saliendo al encuentro del Cristo del Refugio en la Plaza del Justicia, la Cofradía del Calvario recibiendo a la Cofradía del Descendimiento, que este año celebraba el 50 aniversario de la Procesión de las Lágrimas, o la Cofradía de Cristo Abrazado a la Cruz entrando en el Convento de Santa Ana para rezar una de las estaciones de su Vía Crucis.
Si el Martes la lluvia nos respetó, el Miércoles Santo no tuvimos tanta suerte. La lluvia hizo acto de presencia y arruinó para algunas cofradías su noche. La Cofradía de las Negaciones fue la primera en anunciar un retraso de media hora en su salida para intentar evitar la lluvia, pero no lo consiguió. Aun así, cubiertos con plásticos, a las 21.00 iniciaron su largo camino desde Miralbueno hasta San Cayetano.
La Hermandad de la Virgen de los Dolores también anunciaba un retraso (que más tarde se convertía en suspensión), y comenzaba el rezo de los dolores de la Virgen en el interior de San Cayetano. Solo el Séptimo Dolor lo pudo predicar en el exterior de la Iglesia, con la Virgen de los Dolores en el dintel de la puerta de San Cayetano.
La Hermandad de la Humildad y la Cofradía del Calvario también suspendieron sus respectivas procesiones por la lluvia. Por su parte, la Cofradía de la Llegada decidió acortar su recorrido y realizar el Vía Crucis únicamente con el Stmo. Cristo de la Paz por las calles del Barrio Oliver.
La Cofradía de Jesús de la Humillación y la Cofradía del Stmo. Ecce Homo consiguieron completar sus recorridos. Seis años después, pudimos volver a ver al Ecce Homo de Tomás Llovet cruzar el Puente de Piedra camino de la Iglesia de San Felipe, aunque esta vez tuviera que ser cubierto con un plástico para protegerlo de la lluvia.
La lluvia no les detuvo, y 75 años después volvieron a salir de la Iglesia de San Valero camino de San Cayetano. Una larga fila de hermanos con velas de cera natural y capelinas blancas abrían la procesión, recordando aquella primera salida realizada por la Cofradía en 1947.
Este año el Jueves Santo comenzaba antes de lo habitual. A las 10.00 la Cofradía de Jesús camino del Calvario comenzaba su Traslado de Pasos desde la Basílica de Santa Engracia hasta San Cayetano. Un traslado que la lluvia obligó a realizar en la mañana del Jueves Santo, al tener que suspenderse su procesión titular de la noche del Miércoles Santo, y que no se producía en este día desde 2013.
La Exaltación, la Crucifixión, la Verónica y la Coronación fieles a su cita, completaron la soleada mañana de Jueves Santo. Una mañana en la que echamos de menos la peana de Cristo Crucificado de la Cofradía de la Crucifixión, que este año no participó en la procesión titular de la cofradía.
La tarde también comenzaba antes de lo habitual con la salida de la Cofradía de la Eucaristía a las 17.45 desde la Parroquia del Perpetuos Socorro. Una salida en la que pudimos ver en la calle al Paso de la Santa Cena, una imagen que no se producía desde el Jueves Santo de 2018.
A lo largo de la tarde, las salidas de las cofradías se fueron sucediendo con total normalidad. Un cambio de última hora, anunciado días antes, provocó que este año el Acto del Silencio, de la Cofradía del Silencio, se realizará en la Plaza del Pilar, y no en la Plaza de San Bruno como es habitual.
Otra de las imágenes de este año, es el acto que la Cofradía del Prendimiento realizó en la Plaza del Justicia, punto en el que se incorporó a su procesión el Paso del Prendimiento del Señor. Con este acto se hacía un guiño a la cesión por parte de la Hermandad de la Sangre de Cristo del Paso del Beso de Judas a la Cofradía, en el año en el que celebran su 75 aniversario.
También por primera vez este año pudimos ver el Paso de Jesús es condenado a los Azotes en la Plaza del Pilar durante la predicación de la Cofradía de la Columna, en una plaza teñida de rojo y acompañado de los otros cuatro pasos de la cofradía. En el año 2019, la lluvia provocó que la cofradía realizará un recorrido corto dirigiéndose directamente desde la Iglesia de Santiago a San Cayetano.
El Viernes Santo se iniciaba con la Piedad en la calle, en esta ocasión Nuestra Señora de la Piedad portaba la nueva corona que la cofradía realizó el año pasado con motivo del 150 aniversario de la imagen.
Con la puntualidad que les caracteriza, a las 12.00 del Viernes Santo la Plaza del Justicia comenzó a teñirse de verde, y la Cofradía de las Siete Palabras pudo volver a predicar las siete palabras de Cristo en la Cruz por las calles de Zaragoza, tras dos años de ausencia.
Ya por la tarde la Procesión del Santo Entierro se celebró con total normalidad, recuperando su paso por las Murallas Romanas. Lamentablemente, el estado de conservación del Paso de Cenáculo impidió que pudiera procesionar junto a la Cofradía de la Institución de la Sagrada Eucaristía.
Otra anécdota de la procesión de este año, es el error que provocó que la Cofradía de las Negaciones procesionara este año detrás de la Cofradía de la Columna y no delante, siendo este su sitio natural.
Ya por la mañana la Congregación de Esclavas cumplieron con su visita al Sepulcro, y por la noche la Hermandad de Cristo Resucitado colaboró con la organización de la Vigilia Pascual en el interior de la Basílica del Pilar.
Como cada año la Hermandad de Cristo Resucitado fue la encargada de poner el punto y final a esta Semana Santa, con el anuncio de la Resurrección de Cristo en una espléndida mañana de Domingo de Resurrección.
Se ha escapado entre nuestros dedos la semana para la que llevábamos esperando casi tres años. Tres años en los que pacientemente hemos esperado para poder vivir nuestra Semana Santa, y hacer manifestación pública de nuestra fe. Una semana plagada de sonidos, imágenes, tradiciones, fe,... pero sobre todo cargada de sentimientos y emociones.
Desde aquí dar las gracias a todos los que han trabajado para que hayamos podido disfrutar de la vuelta de las procesiones a las calles, y en especial a los cofrades que bajo su tercerol, capirote o velo hacen posible esta Semana Santa cada primavera.
También queremos daros las gracias a todos los que nos seguís, ya sea a través del blog o a través de nuestras redes sociales, muchas gracias a todos por apoyarnos.
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